A poco más de tres años de la declaración de la emergencia sanitaria por COVID-19 en Uruguay, la pandemia ha generado impactos en la salud física y mental de la población adolescente, particularmente de aquella expuesta a situaciones de vulnerabilidad social. El estrés psicosocial constituye un factor de impacto sobre el bienestar de los adolescentes, quienes atraviesan un “periodo sensible” a la sobrecarga alostática en el eje de actividad hipotálamo-hipofisario-adrenal (HHA), y puede generar daños fisiológicos, neurales y psicológicos a corto, mediano y largo plazo. El proyecto se propuso analizar el nivel de estrés crónico en un grupo de adolescentes vulnerables (n=200) de 14 a 19 años, combinando técnicas novedosas y no intrusivas de determinación de cortisol salival por electroquimioluminiscencia (ECLEIA), y la aplicación de instrumentos en un sistema computer assisted self-interview (CASI, por sus siglas en inglés) adaptado a computadoras portátiles del Plan Ceibal,. Complementariamente,, el proyecto ofrece una intervención innovadora de reducción de estrés basada en inteligencia emocional (IE), entregada por educadores de cuatro instituciones socioeducativas de Montevideo, Canelones y Paysandú, previamente capacitados en base a contenidos del Programa de Educación Responsable (Emocionarte y Plan Ceibal). La intervención se evaluará utilizando un diseño cuasiexperimental rotativo de tres medidas repetidas. Todos los/las adolescentes participantes recibirán la intervención. El proyecto está financiado por el Fondo María Viñas de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) y es llevado por investigadores del Instituto de Psicología de la Salud (Facultad de Psicología, Universidad de la República), el Departamento de Laboratorio Clínico y Cátedra de Endocrinología (Hospital de Clínicas, Universidad de la República), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD, Uruguay), y el apoyo del Plan Ceibal.